La solución de hoy

Desde que se acordó el confinamiento como medida de seguridad sanitaria para evitar una mayor propagación del virus covid 19, el teletrabajo ha sido en muchos casos nuestra verdadera válvula de escape, tanto psicológica como económica, ya que nos ha servido para tener la cabeza ocupada, pese a la preocupación por la situación, y de otra porque nos ha permitido continuar con nuestra actividad profesional, pese a las circunstancias excepcionales.

Esta situación excepcional, nos está haciendo reflexionar sobre los avances de la tecnología y las aplicaciones al mundo actual. Desgraciadamente, se ha impuesto el distanciamiento social, y en nuestra profesión, la cercanía con el cliente, con los compañeros del despacho, con los colegas, o con los funcionarios de Juzgados, personal de notarías, registros, etc., ha provocado que acudamos al teletrabajo, incluso estos días se han celebrado asistencias a detenidos sin desplazarte desde el despacho, algo impensable, hace tan solo un par de meses. El detenido en el calabozo, la Juez en su despacho, el Fiscal en fiscalía, y el Abogado en su despacho, todos unidos por una webcam. No en vano, han proliferado las aplicaciones con las que se pueden conectar por videoconferencia infinidad de personas. Ahora mis hijos van a clase sin desplazarse a la universidad, incluso sin salir de la cama. Y desgraciadamente, también se celebran funerales desde casa.

Pero el teletrabajo, ha venido para quedarse, y como decía al principio, la reflexión que me hago estos días, es si la Justicia puede abaratar sus costes y acortar los tiempos de respuesta, si realmente las nuevas tecnologías son usadas de forma eficaz y sensata. Si se puede asistir a un cliente detenido, sin salir del despacho, digo yo, que también se podrá celebrar audiencias previas, incluso juicios desde el despacho, y evitar desplazamientos, coincidencias de señalamientos, y en definitiva, evitar suspensiones innecesarias y agilizar la carga de trabajo de la oficina judicial.

Ya se está hablando de las propuestas que se están haciendo para las medidas de choque que debe adoptar el Ministerio de Justicia con el tsunami que se nos avecina, cuando se levante la veda y el consecuente bloqueo y saturación de los Juzgados, y entre ellas ya se plantean incrementar las sentencias in voce, habilitar el mes de agosto, y aumentar el limite de los juicios ordinarios a 15.000 euros, pero no he oido nada de seguir celebrando vistas por video conferencia, aunque ya están previstas en nuestras leyes. En cualquier caso, esto será motivo de otro u otros blogs.