Moratoria concursal: bienvenidos a The Walking Dead

Una más, y van... Ya casi no llevo la cuenta, pero desde que se decretó el estado de alarma por el dichoso bichito, el legislador ha ido tratando de evitar un anunciado colapso en los juzgados mercantiles con la crisis financiera generada por la crisis sanitaria de la pandemia.

Con más o menos fortuna se ha abordado el problema de insolvencias en el tejido empresarial por el cierre forzoso de muchos negocios, la interrupción de la producción y exportación de nuestros fabricantes y otras causas de una crisis financiera que creo todavía no ha enseñado su verdadera magnitud.

Primero se abordó el problema de las responsabilidades en el ámbito societario, con tal de calmar una cadena de reclamaciones por el parón fozoso del cierre del país, y de todo el mundo. Después, las obligaciones se postergaron a una fecha lejana que garantizara que nadie se moviera en falso, y las cuentas reflejaran una situación, ¿irreal?, o menos dramática de la real. Para ello, regaron el campo empresarial con préstamos ICO, "regalaos".

Como se vió que la situación sanitaria no mejoraba, y las limitaciones, restricciones y demás impedimentos, venían para quedarse, se decidió alargar el stand by unos meses más, y tranquilos, que si tu empresa no factura ni refinancia, tienes un año más para decidir qué haces bajo el escudo protector de la moratoria concursal.

Ahora, ya estoy oyendo que se plantean quitas del 100%, si han oido bien del 100%, de los préstamos ICO que casi regalaban en pleno confinamiento, y que se está trabajando en una reforma del texto refundido de la ley concursal, que por cierto aprobaron en pleno confinamiento, para modificar el 3+1 de las comunicaciones preconcursales, para ampliarlas a un 11+1, es decir, otro año más.

Con todo ello, hasta enero de 2023, los empresarios podrían estar pensándose qué hacer ante las insolvencias presentes o pasadas, lo de inminente ya es una broma, sin el temor a un concurso necesario de tus acreedores, que probablemente también se estén pensando qué hacer. Y en enero de 2023, si no se alarga más, todo lo que quede serán muertos vivientes, o como ahora gusta llamarlos, empresas zombies. Pues eso, bienvenidos a The Spanish Walking Dead.