¿Qué es un Webinar?

23.04.2020

Desde hace unas semanas en el mundo jurídico, todo es Webinar. Las editoriales e instituciones y organizaciones colegiales, no cesan de enviar mails y publicitar webinar, gratuitas y/o de pago. Que si webinar de derecho concursal, que si webinar de arrendamientos, que si webinar de mindfulness (otra palabreja), etc. etc.

¿Y qué es un webinar? Pues es la combinación de las palabras Web y Seminario. Es decir, Webinar es un seminario impartido en línea. Algo a lo que desgraciadamente tenemos que ir habituándonos en nuestra profesión, si queremos estar formados y al día, con la incesante modificación legislativa a golpe de Real Decreto.

Un Webinar es un tipo de conferencia, taller o seminario que se transmite por Internet. La característica principal es la interactividad que se produce entre los participantes y el conferenciante. Como en cualquier evento presencial, el conferenciante está hablando en vivo a la audiencia y los asistentes pueden hacer preguntas, comentar y escuchar lo que los demás participantes tienen que decir. (A diferencia del Webcast que es una conferencia en la que el conferenciante es el que habla y los demás solo escuchan.)

Los Webinars se dan en tiempo real, con fecha y horario específico. Se puede participar desde cualquier ordenador conectado a Internet y en el que se haya cargado software específico y/o se le haya introducido una clave de acceso que permite la conexión con la aplicación del conferenciante.

Por otro lado, estos eventos son también útiles para el "networking" es decir la conexión entre personas con intereses similares que pueden continuar comunicándose y colaborando después de terminado el Webinar.

En definitiva, que en esta nueva andadura post Covid 19, deberemos ser más aplicados con las nuevas (no tan nuevas ya) tecnologías, si queremos estar "conectados" a la realidad, y de esta forma aprovechar estos recursos para poder ofrecer servicios de calidad a nuestros clientes, y de paso, impulsar su uso no solo a profesionales, sino también a las instituciones del Estado, para abaratar su coste y agilizar esa necesaria formación, que muchas veces echamos en falta al otro lado.